Cumplí 31. Siempre quise hacer uno de estos post temáticos por mi cumpleaños, pero los encontraba demasiado clichés.
Pero como mi tema este año es encontrar mi voz, me voy a dar el permiso de intentarlo y ver cómo sale.
Acá van, 31 cosas que creo que he aprendido en estos 31 años.
(Dejé algunos enlaces, son de ediciones que me parece que profundizan en ese tema).
1. Mejor empezar ahora
Una temática recurrente en mi vida ha sido que me demoro mucho en empezar cosas nuevas. Aun cuando sé hace mucho tiempo que quiero probarlas. Por ejemplo, estuve meses pensando en escribir en internet antes de atreverme a hacerlo. Cuando partí, cambió mi vida.
2. Los puntos se conectan hacia atrás
Trilladísimo, pero cierto. Me ha ido mejor cuando dejo de preocuparme tanto del futuro y sigo avanzando, aunque sienta que voy en zig-zag o que mi trayectoria ha sido una pérdida de tiempo. Todo termina teniendo sentido después, cuando miro hacia atrás.
3. No te preocupes por encontrar tu pasión
Me desgasté mucho tiempo porque no encontraba mi vocación o un llamado pasional que me dijera a qué debía dedicar mi vida. Después descubrí que no era necesario, que la pasión era el resultado de un trabajo bien hecho, y no una condición previa para hacer un buen trabajo.
4. Instituir primero, optimizar después
Para desarrollar un nuevo hábito: lo más fácil para mí ha sido instituirlo en una versión fácil y sencilla. Ir al gimnasio 15 minutos. Escribir un párrafo al día. Leer 3 páginas antes de dormir. Solo después de conquistar un hábito, puedes pensar en cómo mejorarlo.
5. Nunca me arrepiento de un buen rato leyendo
Sé que el otro día dije que leer estaba sobrevalorado. Pero también dije que era una actividad invaluable para mí. Nunca me he arrepentido de pasar un buen rato leyendo, y mientras más tandas de lectura logro meter en mi vida, más feliz soy.
6. La amistad es escasa y requiere esfuerzo
Veo bastante gente de mi edad con una preocupante falta de amigos, lo cual me hace valorar cada vez más los míos. No obstante, he aprendido que los amigos no se mantienen porque sí: hacerlo requiere un esfuerzo activo para juntarse, apoyarse y seguir siendo amigos.
7. Evitar optimizar lo irrelevante
¿Me voy a acordar de esta decisión en un mes? Si la respuesta es no, intento no desgastarme tomando la decisión. En mi experiencia, es muy fácil que el displacer que me produce estresarme por una decisión me afecte más que el beneficio marginal de elegir lo correcto.
8. La vergüenza es letal
La vergüenza, esa incapacidad de atreverse a hacer algo por el miedo al qué dirán, es una de las fuerzas más tóxicas del mundo. Es un enemigo contra el que todos deberíamos luchar, día a día. Cuando me siento frustrado, probablemente es porque la vergüenza me está impidiendo hacer algo que quiero hacer.
9. No hay que tenerle miedo al amor (de pareja)
Por algunos años rehuí el amor, por traumas y miedo, y en retrospectiva no valió la pena. De lo mejor de mi vida ha sido darme la oportunidad de buscarlo – y encontrarlo. Cualquier relación que valga la pena, también tendrá el potencial de hacerte mucho daño. Pero esto no puede ser una excusa para no intentarlo.
10. Para que el amor dure: hablar mucho
Si tuviera que dar una y solo una receta para que una relación de pareja dure, sería esa: hablen mucho. Tengan espacios sagrados para hablar. Hablen cuando comen, cuando caminan, cuando están apunto de dormir. Nada me ayuda más a ser compasivo con mi pareja que saber qué está pasando por su mente.
11. Escribir bien es un súperpoder
La gente subestima el poder de la buena escritura. Aprender a escribir bien me ha hecho más persuasivo, creativo, empleable y un largo etcétera. Pero como es algo que aprendemos de chicos, pensamos que no se puede mejorar mucho. Créeme que sí. Puedes escribir mejor y hacerlo te servirá un montón.
12. Para escribir bien, borra casi todo
“La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar” — Antoine de Saint-Exupéry
Hay muchas formas de escribir bien. Pero sintetizar y simplificar es la más fácil y efectiva. Mientras más se me alarga un tema, es porque menos claro lo tengo.
13. Todo está dicho, da lo mismo
El 99% de las ideas ya las dijo o pensó alguien, probablemente Platón. Da lo mismo, la innovación y la originalidad en el pensamiento también dependen del formato, el contexto, el estilo y muchos elementos más. No importa tanto lo que dices, si no cómo lo dices, a quién y dónde.
14. ¿Abrumado o preocupado? Escribe
Escribir sobre lo que siento y pienso también me ha resultado un gran remedio para ganar tranquilidad y foco en tiempos en que estoy abrumado o preocupado. Poner las ideas en palabras es una gran sesión de terapia y coaching.
15. Nunca vas a usar lo que estás guardando
Nuestros cerebros son por naturaleza reacios deshacerse de cosas. Por eso, acumulamos sin parar: ropa, recuerdos, loza, cables, discos, etc. Creemos que algún día los vamos a necesitar. Te cuento, nunca los vas a usar. Mi vida mejora cada vez que me atrevo a descartar algo que no uso.
16. Para ser más sociable, haz preguntas
Eso. No hay que ser ni carismático, ni gracioso, ni guapo. Para ser más sociable, aprendí que basta por interesarse genuinamente por la vida de la otra persona y hacerle preguntas. En qué trabaja. A qué dedica el tiempo libre. Dónde creció. Cómo llegó ahí. Todos disfrutamos hablando de nosotros mismos.
17. Anota los cumpleaños
Y saluda a tus conocidos en su día: llámalos o mándales un mensaje directo. Es un gesto que no me cuesta nada y me ayuda a mantener el contacto y decirle a personas que, aunque ya no las vea mucho, me acuerdo de ellas y las tengo presentes.
18. La creatividad está en todo
Creatividad no es ser “artístico”, es la capacidad de crear. Desde obras de arte hasta negocios. Por algún tiempo me frustró la idea de no ser creativo, simplemente por no sentirme artista. Cuando dejé que la creatividad se colara en todo lo que hago, me liberé y las ideas empezaron a aflorar por todas partes.
19. Anota todas tus ideas
En línea con la anterior. Para ser más creativo, de lo que más me ha servido es anotar todas las ideas que tengo. Todas, malas o buenas. Esto me ayuda a desbloquearme y dejar espacio en mi mente para que más inspiración siga llegando.
20. No hay ningun día tan malo que el deporte no mejore
Si tienes un mal día: sal a correr, anda al gym, organiza un partido. Y viceversa: un día que partió con deporte nunca puede terminar siendo un día tan malo.
21. Lo difícil de levantarse temprano es dormirse temprano
Aunque nunca se me haya dado natural, levantarme temprano es una excelente herramienta cuando necesito partir el día con foco. Para lograrlo, todo parte el día anterior: una buena rutina para desactivarme e irme a la cama temprano.
22. No dejar mi teléfono en el velador
Un cambio pequeño que mejoró mucho mi calidad de sueño. Moví mi estación de carga a mi oficina, por lo que cuando empiezo a prepararme para dormir, lo dejó ahí y no lo veo más. Cuando me acuesto, ya no lo tengo a mano para que me perturbe.
23. Una cosa es cómo lo vives y otra cómo la recuerdas
Hay dos tipos de felicidad. Una es la “alegría” o las emociones positivas que vives momento a momento. La otra es la “satisfacción” con que recuerdas una vivencia. Hay experiencias que tienen mucho de la una y poco de la otra, y no están necesariamente correlacionadas. Parte de ser feliz, es ir balanceando ambas.
24. Puedo ser aquello que pensé que nunca sería
Si pudiera viajar al pasado probablemente me daría este consejo. Puedo ser aquellas cosas que se ven imposibles, que están fuera de mi liga, que no van con mi “naturaleza”, o que solo podría hacer alguien “mejor” que yo. Basta con ponerse en acción y ser consistente.
25. Nunca dejaré de desear
Y curiosamente, aunque he logrado hacer cosas que antes anhelaba, lograrlas se siente bastante mundano. Logro una cosa, y ya estoy pensando en la siguiente. Por esto es importante saber ponerle frenos al deseo y buscar espacios para cultivar la gratitud.
26. Es muy común confundir un medio con un fin
Hablando de desear, cuando queremos algo, es muy fácil obsesionarnos con el medio y distraernos del fin. Confundir la cantidad de libros leídos con aprendizaje, la cantidad de seguidores en Instagram con amigos reales. Constantemente debo preguntarme a mí mismo si estoy persiguiendo un fin o un medio.
27. Siempre se puede ser honesto y respetuoso
Aunque se sienta imposible, si le pongo empeño y cabeza, siempre podré encontrar una forma de tratar un tema difícil con alguien de forma honesta (sin endulzar el contenido) y respetuosa (sin hacerle daño innecesario).
28. Siempre hay dos formas de evaluar lo correcto
Lo que he aprendido estudiando ética, es que a grandes rasgos hay dos formas de evaluar si algo es correcto o incorrecto. Una es evaluar la intención y la otra las consecuencias. Ambas tienen ventajas y desventajas, pero siempre estamos eligiendo entre una o la otra inconscientemente.
29. El mundo está lleno de sufrimiento fácil de ignorar
Cada día mueren miles de niños por causas prevenibles asociadas a la pobreza. También, miles de animales son torturados para que podamos tener carne en nuestras mesas. Es fácil de olvidar, pero no debería serlo. Es chocante decirlo y algunos les molestará, pero todos deberíamos hacer algo al respecto.
30. No somos racionales
Si algo me han dejado claro todos los libros de psicología que he leído, es que nuestro pensamiento consciente nos parece racional, pero en realidad está completamente a merced de impresiones, emociones y sesgos cognitivos. Mi cerebro no es una máquina de cómputo, y es normal.
31. Tampoco somos libres
Y llevando el argumento anterior a su última consecuencia, me he convencido de que la libertad no existe. No decido qué pensar, no decido qué decido, todo es consecuencia de factores que están fuera de mi control. Y aunque sea una idea casi imposible de digerir completamente, me ayuda a mirar en perspectivas las cosas.
Para terminar
Esta edición llega un día más tarde del que debería. Te pido muchas disculpas si me estabas esperando ayer. Prometo que no será costumbre.
La semana estuvo complicada y en realidad, no me planifiqué tan bien.
Creo que en la vida hay dos tipos de cumpleaños: los que te cuestionas todo y sientes que estás cerrando una etapa y comenzando una nueva, y otros donde sientes que tu vida va a toda velocidad y los ves pasar por la ventana. Creo que este fue uno de esos: estoy súper metido en las cosas en que estoy, viviendo una época donde mi misión es simplemente seguir adelante.
Espero esta edición cumpleañera te haya parecido interesante y no demasiado sermoneante.
Por si te la perdiste, te dejo la edición anterior. Hablamos de redes sociales y humanos, un tema que yo sé que te interesa. No sé por qué, pero la vio mucha menos gente de lo normal. Démosle un segundo intento.
Te agradezco mucho leer hasta acá. Si te gustó, me ayudas mucho con un me gusta (💟) y con un restack (🔄), para que me conozcan nuevas personas dentro de Substack. Son dos botoncitos que hacen mucha diferencia para mí <3
Que tengas un gran lunes. Hasta el domingo.
– Francis, comenzando el camino a los 40
Si a todas holy shit. Si si si.
Cómo pones despertador sin tu celular en el velador? Hace al menos 5 años que quiero hacer lo mismo pero siempre me pasteo con comprar un despertador aparte 💀
¡Muy feliz cumpleaños! Amé el punto tres: "La pasión era el resultado de un trabajo bien hecho, y no una condición previa para hacer un buen trabajo".