Por ahí por el 2017, comencé un hábito que – sin saberlo – comenzaría a cambiar lentamente mi vida y me abriría la puerta a ser una persona creativa.
Una práctica sencilla: llevar a todas partes una libreta pequeña y anotar todas las cosas interesantes que se me vinieran a la mente.
¿Qué tipo de cosas interesantes?
Pensamientos y reflexiones sobre casi cualquier tema.
Títulos de libros, películas, series que alguien recomendara.
Observaciones que me llamaran la atención o me hicieran gracia.
Ideas de proyectos, emprendimientos, libros o artículos que nunca haré ni escribiré.
Cualquier otra cosa que me pareciera digna de revisar después.
Es un hábito que ha ido mutando con los años – ahora anoto casi todo en digital, excepto antes de dormir cuando ya dejé el teléfono en otra pieza – pero que he mantenido religiosamente, porque me ha ayudado mucho.
Por ejemplo, cuando decidí que tenía ganas de probar suerte haciendo stand-up, lo primero que hice fue comenzar a anotar todas las cosas graciosas que se me ocurrieran o que observara en el día a día.
Para cuando decidí hacerlo en serio, ya tenía gran parte del trabajo hecho: ahora solo necesitaba ordenar lo anotado y trabajar sobre ello. Fue muchísimo más fácil que comenzar enfrentándome a una página en blanco.
En este blog ocupo el mismo principio: cada vez que se me ocurre alguna idea sobre la cual escribir, la anoto en una lista. Después, para definir el tema de la semana, solo tengo que elegir el que más me guste de la lista.
Imagino que se entiende la idea. Ahora bien, ¿cómo anotar cosas te puede ayudar a ser una persona más creativa?
Sobre eso te quiero contar hoy.
Cómo funciona anotar todo
No tengo ninguna prueba científica de lo que voy a decir de aquí en adelante. Es solo mi experiencia.
Antes de comenzar a anotar todo, cuando tenía una idea, esta se quedaba dando vueltas en mi cabeza y volvía aparecer por varios días o semanas.
Fuese una idea mala o buena, volvía y volvía, ocupando valioso espacio en mi cerebro.
Incluso ideas malísimas como: “start-up de paseadores de niños“ o “escribir un ensayo sobre por qué Ravenclaw es la mejor casa de Hogwarts“.
De alguna forma, mi mente se negaba a soltar las ideas. Supongo que por miedo a que olvidar para siempre alguna una idea buena.
Cuando comencé a anotar todo, esto cambió.
Poner una idea en el papel, es como liberar espacio y decirle a mi cerebro: “tranqui, si algún día necesito esta idea, acá la tengo guardadita”.
Y al hacerlo, despato el flujo de nuevas ideas. Le permito a mi cerebro seguir pensando.
Porque al contrario de lo que muchos piensan, la creatividad no significa tener solo ideas brillantes. Por el contrario, significa dejar fluir todas las ideas, sabiendo que la mayoría serán malas, pero que por ahí habrá un joya digna de atesorar.
Si quieres empezar a hacerlo, te recomiendo mucho partir con una pequeña libreta y lápiz que puedas llevar a todas partes. Cuando tengas ganas de sacar el teléfono, mejor saca la libreta y anota lo que venga a tu cabeza.
¿Y después, qué?
Tiempo después, leí el libro Getting Things Done, un clásico sobre organización y productividad y descubrí que esta práctica tiene un nombre: capturar.
De hecho, este libro tiene una gran frase que resume perfectamente la idea:
“Tu mente es para tener ideas, no para guardarlas”.
No obstante, para esta metodología capturar es solo un paso de un sistema en el cual debes tomar lo que has capturado y luego ponerlo en algún lugar específico según lo que vayas a hacer con él.
Esto se traduce en tener muchas listas diferentes, por ejemplo:
Ideas de proyectos para mi trabajo
Cosas que arreglar en mi casa
Películas por ver
Restaurantes para ir con mi polola
Chistes políticamente incorrectos
Etc...
No quiero entrar en el detalle de esta metodología acá, pero si te interesa, puedes echarle un ojo a este artículo que escribí hace harto tiempo ya, donde lo explico en detalle.
Lo que sí quiero es que te quedes con que, si quieres sacarle el jugo a tus ideas, debes tomarte un tiempo para revisarlas y ponerlas donde correspondan. Esto puede ser un proceso semanal o mensual.
Y esta práctica la puedes ocupar en cualquier área de tu vida. Porque tener ideas buenas, nunca está demás.
¿Y tú, anotas?
Cuéntame:
¿Anotas tú normalmente? ¿Te llama la atención empezar a hacerlo para tener más y mejores ideas?
Cuéntame en los comentarios:
Palabras al cierre
*suspiro de alivio*
Echaba de menos escribir una edición que saliera rápido y bien. Hasta la ilustración en Midjourney me salió rápido. Ojalá te haya gustado leerla al menos tanto como a mí me gustó escribirla.
La próxima semana se acaba mi sabático, más o menos. Se acaba en el sentido de que comenzaré un proyecto con fines lucrativos. No se acaba en el sentido de que aun no percibiré ingresos, jajaja.
Duró poco, sí. Pero a veces hay que aprovechar momentos y coincidencias que se dan pocas veces en la vida. Te contaré en detalle cuando agarre un poco más de forma.
Te agradezco leer y participar de este viaje creativo. Si te gusta lo que hago, puedes compartirlo con los demás usando tu enlace:
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Hasta el próximo domingo.
– Francis
Llevo meses usando las “commonplace books” o libretitas y me han conectado de nuevo con mi creatividad.
Gran artículo 👏🏻
"escribir un ensayo sobre por qué Ravenclaw es la mejor casa de Hogwarts"
peor hubiese sido que hables bien de Hufflepuff!
Yo también anoto bastante. Intento siempre hacerlo en papel porque no me gusta escribir en el celular. Ademas me pasa seguido de sacar el teléfono para escribir algo y terminar en reddit media hora.