Si no donas, eres una mala persona...

Altruismo efectivo: poniendo la ética a trabajar.

En la edición pasada hablamos sobre ética: te conté algunos conceptos claves y cómo aplicarlos a casos de la vida real.

Si no la leíste, me caes mal no te preocupes. Esta edición es completamente independiente, aunque seguiremos hablando sobre ética pero ahora desde una perspectiva aplicada.

En específico, te quiero contar sobre Altruismo efectivo, una corriente basada en la ética, que ha estado en el centro de la atención pública en los últimos años.

Para comenzar, veamos un dilema propuesto por el filósofo australiano Peter Singer, uno de los fundadores de este movimiento.

El estanque de Singer

Imagina que vas llegando a un evento, vistiendo ropa elegante – traje, zapatos, o un vestido – que te costaron una cantidad de dinero considerable.

Es de noche, y te faltan solo algunos minutos que recorrer a pie para llegar al lugar.

En medio del camino, pasas por un estanque ornamental, y escuchas la voz de una pequeña niña que pide ayuda. Se está ahogando en el estanque.

Miras alrededor, y no hay nadie más que pueda ayudarla. Ni sus padres, nadie a cargo. Solo tú puedes salvarla metiéndote al estanque.

El problema es que toda la ropa que llevas puesta quedará rota y arruinada y te perderás tu evento.

¿Salvarías a esa niña?

Por supuesto que sí, todos lo haríamos. El valor de la vida de una niña es muchísimo mayor que el de cualquier ropa elegante o evento.

No obstante, lo interesante de este ejercicio mental no es la obviedad de la respuesta, sino entender por qué pensamos así y qué implicancias tiene esto.

¿Por qué todos salvaríamos a la niña? Intuitivamente, seguimos un principio más o menos así:

“Si está en mis manos evitar que ocurra algo muy malo sacrificando algo menos importante moralmente, estoy en la obligación de hacerlo”.

Es decir, si puedes salvar la vida de una niña sacrificando un outfit elegante – aunque te haya costado harto dinero – es lo correcto hacerlo. Y por eso lo hacemos.

Sería incorrecto no prevenir una muerte, si hacerlo nos cuesta relativamente poco.

Sin embargo, si nos tomáramos ese principio en serio y actuáramos en base a él, nuestras vidas y mundo cambiaría fundamentalmente. Porque no aplica solo para casos extremos en que nos encontramos con niñas ahogándose, sino en el día a día para ayudar a quienes viven en la extrema pobreza.

Ahora viene la parte provocadora: ¿qué pasa si te digo que en el planeta hay millones de niñas y niños sufriendo muertes evitables que podríamos evitar a bajo costo?

Pobreza en el mundo y el deber de ayudar efectivamente

Según el Banco Mundial, hoy hay 700 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza extrema. Es decir, no tienen un mínimo de condiciones sanitarias ni materiales para subsistir.

Y no estamos hablando de las personas pobres que puedes encontrar en un país desarrollado o en vías de desarrollo, que aunque vivan una situación lamentable, probablemente tendrán acceso a agua potable y salud pública en caso de emergencia.

Estamos hablando de personas sin acceso a agua potable, alcantarillado u otras medidas básicas de sanidad.

Además de esto, según la OMS, cada día mueren cerca de 13 mil niños y niñas menores de 5 años, por causas prevenibles asociadas a la pobreza.

Un estadio pequeño, lleno de niños y bebés. Cada día. La escala es tan atroz que cuesta hacerse la idea. Y todas son muertes evitables.

Y acá volvemos a la niña y el estanque. En ese caso, dijimos que no ayudar habría sido incorrecto.

Entonces: ¿no es incorrecto también no ayudar a evitar las muertes de todos esos niños que mueren al día?

Ese es el argumento principal de Peter Singer y otros filósofos que postulan el altruismo efectivo. Vivimos en un mundo con mucho sufrimiento evitable, que podemos ayudar a resolver sin sacrificar nada que sea importante moralmente para nosotros.

Según el altruismo efectivo: si vives de forma cómoda, donar no es un acto de caridad opcional. Es un deber moral, algo que todos deberíamos hacer.

No ayudar es moralmente incorrecto. No es ético.

Y no solo eso. No basta solo con donar, si no que debemos donar efectivamente. Es decir, buscar las iniciativas donde se logre en mayor impacto en términos de vidas salvadas con el mismo monto.

Justamente por eso, existen organizaciones que se dedican a evaluar y encontrar estas iniciativas y fundaciones. Las más reconocidas son GiveWell y The Life You Can Save (fundada por el mismo Peter Singer).

Para el altruismo efectivo, si vives en un país desarrollado o en vías de desarrollo, lo correcto no es donar para solucionar la pobreza u otros problemas de tu país (supongamos, la discapacidad infantil), sino donar a las personas del mundo que sufren de pobreza extrema.

¿No será mucho?

Para terminar, resumamos lo que hemos hablado hasta ahora:

• El ejemplo de la niña en el estanque revela que tenemos el deber de prevenir sufrimiento o muerte si es que el costo tiene menor importancia moral para nosotros.

• Cada día, mueren más de 13 mil niños por causas relacionadas a la pobreza. Estas muertes se podrían evitar si las personas que vivimos cómodamente, donáramos recursos para hacerlo.

• El altruismo efectivo, propone que es un deber moral donar, y que además debemos hacerlo donde nuestra donación tenga el mayor impacto posible.

En otras palabras: si no donas efectivamente, eres una mala persona.

¿No será mucho?

Intuitiva y emocionalmente, pareciera que sí. Este movimiento nos llama a hacer un cambio de paradigma que es difícil de digerir.

El altruismo efectivo nos dice que debemos dejar de pensar en donar como una actividad opcional, algo que hacemos de vez en cuando si queremos. Donar es un mínimo deber con el que la mayoría deberíamos cumplir.

No obstante, no hay que olvidar el principio del estanque: debemos ayudar siempre que podamos sacrificar algo de una importancia moralmente menor.

Es decir, no tenemos que abandonar todo lo que tenemos para ayudar a los demás, sino que evaluar algunos de los lujos que nos damos en comparación con el impacto que podrían tener en la vida de quienes más necesitan ayuda.

Si hoy no donas nada, donar el 1% de tus ingresos al mes puede hacer una diferencia enorme. Y sin sacrificar nada moralmente comparable.

Puedes estar de acuerdo o no. La opción siempre estará en tus manos. Pero recuerda que, cómo nos dice Singer

“La forma en que respondemos a la existencia tanto de pobreza extrema como de riqueza extrema es una de las grandes cuestiones morales de nuestro tiempo”.

Ahora bien: no todo es color de rosas. El altruismo efectivo también se ha visto rodeado de críticas y escándalos en el último tiempo. ¿Por qué? Te cuento en la próxima edición: el lado oscuro del altruismo efectivo.

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Para pensar

Una pregunta para que pienses y/o actúes:

¿Te hace sentido el argumento a favor del Altruismo efectivo de Singer? ¿Podrías donar un poco de tus ingresos para ayudar a personas que viven en pobreza extrema?

Si la respuesta es sí, usa alguno de los enlaces que te dejé arriba. Donar es fácil si tienes una tarjeta de crédito.

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Un anuncio

Una de mis misiones para este período sabático era atreverme con un desafío que hace mucho tiempo tenía ganas de probar: hacer stand-up comedy.

El miércoles 13 estaré presentándome en un micrófono abierto, en un bar de Santiago (Chile). Se te tinca ir, puedes ver más información en este enlace.

También, me hice un perfil en Instagram para ir anunciando nuevas presentaciones (si es que las hay). También me gustaría experimentar con pequeños videos hablando de libros y otras de las cosas que te cuento por acá. ¡Nos vemos por allá!

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Palabras al cierre

Primero: muchas gracias a quienes leyeron, comentaron y reaccionaron a la edición anterior. Me sorprendió mucho la buena recepción y me alegra aun más que hayan tantas personas interesadas en aprender de estos temas. (Pensé que no la iba a leer nadie, lol)

Segundo: escribí esta edición en la playa, en el mismo rincón donde me animé a escribir la primera edición y comenzar este proyecto que ya lleva 4 meses, viento en popa. Gracias a ti por apoyarme en este proceso. (Y si tienes algún proyecto que empezar, anímate a hacerlo. Yo te ayudo si necesitas.)

Tercero: como siempre, si te gusta lo que hago, me ayuda mucho si lo compartes en X, LinkedIn, Instagram, Facebook, Tiktok o lo que usen los jóvenes hoy.

Y también si dejas un “me gusta” con el botón de más abajo, que se ve así:

¡Gracias por leer!

Hasta el próximo domingo,

– Francis