En la edición pasada te conté sobre altruismo efectivo. Este es un movimiento con raíces en la filosofía moral, ampliamente extendido durante los últimos años, por razones buenas y no tan buenas.
Como hoy seguiremos hablando de este tema, resumámoslo en breve:
El altruismo efectivo, es un movimiento que busca “utilizar la evidencia y la razón para descubrir cómo beneficiar a otros tanto como sea posible y tomar medidas sobre esa base”. Fuente: Centre For Effective Altruism.
Las personas que son parte de este movimiento, normalmente eligen carreras que les permitan maximizar el bien que hacen al mundo o donan a organizaciones benéficas con el objetivo de maximizar el impacto positivo. Este impacto, para ellos implica salvar la mayor cantidad de vidas o reducir el mayor sufrimiento posible en el mundo.
Por cierto, esta es la tercera edición de una serie enfocada en ética. Si quieres ponerte al día, acá puedes encontrar la primera (introducción a la ética) y segunda edición (qué es el altruismo efectivo). Si no, no te preocupes, son independientes entre ellas.
Algo que caracteriza a este movimiento es su enfoque racional, que enfatiza la igualdad y el impacto al elegir a quién ayudar. Esto puede llevar a conclusiones poco intuitivas, como – por ejemplo – que es mejor donar para combatir la pobreza extrema en África que donar a los bomberos de tu país.
Si bien las intenciones de este movimiento son muy buenas, el último tiempo se ha visto rodeado de escándalos y cuestionamientos.
¿Es realmente el altruismo efectivo la mejor forma de ser una buena persona? ¿De vivir una vida ética?
Descubrámoslo juntos, hoy…
El caso SBF
Uno de los grandes motivos por los cuáles este movimiento ha estado en la mira ha sido gracias al (o por culpa del) escándalo de un muchacho llamado Sam Bankman-Fried, o “SBF” para los amigos.
Este joven sujeto (32 años) fue fundador de FTX, una plataforma de intercambio de criptomonedas. En su apogeo, llegó a estar dentro de las 50 personas con mayor patrimonio del mundo y fue considerado como “el salvador” del mundo cripto.
Como siempre, no todo lo que brilla es oro. En noviembre de 2022, comenzaron sospechas de fraude en las operaciones de FTX. Las personas empezaron a retirar su dinero en masa, causando que FTX quebrara. Game over.
Un tiempo después, las investigaciones revelaron que el buen SBF no era tan bueno, y a finales del año pasado fue declarado culpable de fraude y lavado de dinero, entre otros cargos. Su sentencia será dictada a finales de este mes y se estima que pasará décadas tras las rejas. Fatality.
¿Y qué tiene esto que ver con el altruismo efectivo? Verdad, de eso estábamos hablando.
Resulta que SBF fue uno de los grandes embajadores de este movimiento en el mundo del emprendimiento tecnológico. Según cuenta la historia, fue el mismísimo William MacAskill – uno de los filósofos fundadores de este movimiento – quien convenció a SBF de dedicarse a “ganar la mayor cantidad de dinero posible para donarla, en vez de trabajar en alguna organización benéfica”.
SBF donó más de 10 millones de dólares al Centre for Effective Altruism, donde MacAskill era uno de los consejeros.
No obstante, también usó esta imagen de filántropo altruista como parte importante de su identidad, y probablemente, ayudó para esconder sus jugadas fraudulentas.
De todas maneras, hay que ser justos: que haya una persona poco ética dentro de un movimiento que busca el bien no significa que el movimiento esté mal. Es verdad.
Peeeero… el problema del caso SBF va más allá de eso. Tiene que ver con cómo un movimiento ético se pone a favor de quienes tienen el poder.
Un ética para los ricos
Algo que favorece al altruismo efectivo en las esferas de poder, es que es inofensivo políticamente. Este movimiento apela a contribuciones individuales, pero a ningún cambio colectivo, ya sea a nivel de comunidades, ni mucho menos del sistema económico y social en que vivimos.
Por eso mismo, SBF no ha sido el único multi-millonario cercano a este movimiento. Varios de los más grandes magnates del mundo tecnológico se han declarado afines, entre ellos Bill Gates y Elon Musk.
El problema de que un movimiento dependa de donaciones de las personas más ricas del mundo, es que claramente tendrán influencia sobre sus decisiones e intereses.
De alguna forma, pareciera ser que este movimiento sirve como una pantalla para que quienes tienen demasiado dinero, puedan lavar su imagen, pero sin cuestionar por qué realmente la riqueza está mal repartida en primer lugar.
Y para más remate, parte del gran relato del altruismo efectivo es que avala científicamente que las donaciones son las más efectivas posibles. O sea no debería haber queja posible.
¿Y si las hay?
¿Es realmente efectivo?
El altruismo efectivo se caracteriza por ser racionalista y buscar las iniciativas que más salvan vidas o mejoran la calidad de vida de las personas, con un bajo costo.
En este sentido, hay dos grandes críticas que recibe este movimiento.
Las primeras, pueden englobarse como críticas epistemológicas.
¿Epistemoqué?
La epistemología es la rama de la filosofía que estudia el conocimiento: cómo lo obtenemos y cómo sabemos si es válido.
Una crítica epistemológica significa que se está criticando la forma en se genera el conocimiento o la evidencia.
En especifico, el altruismo efectivo tiene un gran sesgo de medición.
Dado el enfoque científico de este movimiento, solo se apoyan iniciativas o proyectos cuyo impacto pueda ser cuantificable numéricamente. Esto reduce la cantidad de iniciativas posibles que pueden recibir ayuda.
Por ejemplo, nunca podremos saber si cambiar un sistema de gobierno mejorará la calidad de vida de un país que sufra de extrema pobreza, porque difícilmente podríamos hacer un experimento para probarlo.
En esta misma línea, también han surgido críticas sobre los métodos de evaluación y la real eficacia de las intervenciones. Sobre estas, no tendremos tiempo de conversar hoy, pero las puedes encontrar googleando.
Pasemos a las segundas críticas importantes, que tienen que ver con una rama del altruismo efectivo llamada largoplacismo.
Según el largoplacismo (longtermism), una de nuestras prioridades debe ser preocuparnos por el futuro a largo plazo. Es decir, de los humanos que podrían vivir en cientos o miles de años más.
Para el largoplacismo, esos humanos son tan importantes como los que viven hoy. Y como serán miles de millones más, su bienestar importa incluso más que el de quienes estamos vivos hoy.
¿Y cómo los ayudamos? Reduciendo el riesgo existencial, es decir, las probabilidades de que se extinga la especie humana.
Para esto, filósofos como el mismo William MacAskill recomiendan que una parte importante de las donaciones deben ir a iniciativas como investigaciones para reducir el riesgo de que una inteligencia artificial se salga de control y acabe con nosotros.
O sea, que en vez de donar a los bomberos, ahora tengo que donar a un centro de estudios para prevenir escenarios de ciencia ficción. O al menos así es como se percibe generalmente esta tendencia.
Dados los miles de problemas que tenemos los humanos de hoy, cuesta convencerse que haya que priorizar el futuro. Esta es otra de las grandes críticas que se le hace a este movimiento.
Además, como ya vimos, suena como una buena excusa para que los mismos magnates puedan financiar proyectos de investigación abstractos que de una forma u otra, los beneficien.
En resumen…
Hoy repasamos algunas de las principales críticas al altruismo efectivo:
Se ha transformado en una ética para multi-millonarios, que no cambia nada de fondo.
Hay dudas epistemológicas sobre la diversidad y efectividad de las intervenciones.
La nueva inclinación del movimiento hacia el largoplacismo tampoco resulta muy convincente.
También hay otros temas que no alcanzamos a cubrir, como el rol de la preferencia natural que tenemos por ayudar a los que tenemos más cerca, en vez de alguien en otro continente. Tampoco alcancé a repasar algunos problemas de sexismo y acoso que han ocurrido dentro de este movimiento…
Quizá estás pensando: “Ya pero Francis… ¿cuál es la idea? En una edición me tratas de convencer de algo y ahora me dices que es una basura”.
Mi misión es traerte las dos caras de la moneda sobre un tema relevante, y que puedas decidir tú.
Como tantas otras cosas de la vida, lo correcto probablemente esté en algún punto intermedio.
En mi caso, sí me convence el argumento central de este movimiento: donar para ayudar a combatir la pobreza extrema es un imperativo moral. Por este motivo, desde hace tiempo que dono un monto mensual a través de The Life You Can Save.
No obstante, también creo que está bien si adicionalmente quieres donar o movilizarte por otras causas que sean importantes para ti, aunque no sean las más efectivas.
Por el otro lado, también pienso que hay que tener ojo con abanderarse demasiado con un movimiento. Siempre prefiero mantener una visión crítica. Ninguna persona, organización o idea es perfecta, y con el altruismo efectivo, lo hemos visto de forma patente.
Palabras al cierre
Últimamente siento que todas las ediciones se me alargan. Como que creo que puedo escribir un tema rápido y fácil y luego me doy cuenta que no puedo. Me quedo sin tiempo para revisar, acortar y agregar humor que haga la lectura más fácil. I’m sorry.
En fin. Esta fue – por ahora – la última edición de esta serie de ética. En algún futuro próximo volveremos con otros temitas entretenidos como la ética animalista y por qué no, la ética de Aristóteles.
La próxima edición sí te juro que será cortita en el estilo autoayuda (me carga esa palabra) que ya hemos explorado en otras ediciones.
Como siempre, te agradezco mucho por leer y comentar. Me ayudas mucho si compartes lo que hago con alguien, usando tu enlace único:
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Hasta el próximo domingo.
– Francis
Me gustaron mucho estos 3 últimos artículos! Debo admitir que muchas cosas no me encajan aún, quizás no las termino de entender. Desde la definición de la deontología, que me parece que intenta buscar universalidad en una reflexión que debiera ser individual. Hasta la supuesta racionalidad que hay detrás del altruismo efectivo. En un contexto donde hay sesgos de todo tipo - y poca crítica consciente - las palabras adecuadas permiten dar cara de racional a casi cualquier argumento. Un abrazo!
Hola Francisco! Es un tema tremendamente interesante el que tocas. Hoy en Chile creo que se está viviendo un pequeño boom de esto con la "filantropía con impacto", donde se sobre estima el valor de los RCTs y las metodologías cuasi-experimentales. No lo había vinculado con la filosofía que comentas, así que te agradezco el artículo. Un abrazo!