Hay que seguir probando
El arte de experimentar con tu vida – una lección que siempre olvido.
¿Qué fue lo último nuevo que te atreviste a probar?
Yo por ejemplo, llevaba un tiempo aburrido de escribir en mi blog y empecé este boletín para probar qué tal. Y se siente bien, motivador, energizante.
En retrospectiva, algunas de las mejores cambios de mi vida han sido resultados de experimentos que he hecho:
Como cuando probé cerrando Instragram por un mes y nunca volví.
O cuando escribí un diario de vida todos los días de un mes y descubrí una forma de auto-terapiarme que todavía uso.
O esa vez que probé meditando todos los días de un mes y terminé meditando casi un año entero.
Etcétera.
En teoría es fácil: si te llama la atención algo, pruébalo. Si te gusta, ganaste. Si no te gusta, sigue con tu vida.
*suspiro profundo* si solo fuera tan fácil………
Por qué es tan difícil atreverse a probar cosas nuevas
No sé tú, pero yo soy de los que se da ochenta y cinco mil vueltas antes de probar algo nuevo.
Por ejemplo, en mayo me fui de vacaciones y a la vuelta quería inscribirme en el gimnasio.
Me terminé inscribiendo en septiembre, jaja. (No da risa en verdad)
Hay hartas cosas que se ponen en contra cuando quieres probar algo nuevo: miedo, vergüenza, etc. La más importante es quizá tu identidad.
Nuestra identidad es de lo más valioso que tenemos. Nos da estructura en este mundo absurdamente caótico. Nos hace sentir que somos algo o alguien.
Pero también es de los mayores frenos que hay para hacer algo nuevo en tu vida.
“¿Qué voy a ir al gimnasio yo si nunca he sido deportista?”
“¿Cómo voy a andar leyendo libros si no me leía ni los libros del colegio?”
Tú sabes de qué hablo.
En casos como estos, tu identidad se transforma en un petrificus totalus que te impide cambiar.
Peeeeero — y aquí viene la revelación — no necesitas cambiar. Solo necesitas probar.
La magia de experimentar
Todas las barreras mentales que se pone tu cerebro para no hacer algo, son porque está convencido de que el cambio es para siempre y no va con tu identidad actual.
“Quiero ir al gimnasio” tu mente lo transforma en “A partir de mañana me tengo que torturar 5 veces a la semana en el gimnasio, comer sano, tomar proteína, ser musculín. PARA SIEMPRE. ¡¡¡no hay vuelta atrás después de tomar esta decisión!!! Y si fallas todos sabrán que fuiste un fracaso.”
Pero no es así. Solo es una prueba.
Cuando creas que tu vida podría mejorar en cualquier sentido. Prueba con un experimento acotado: una semana, un mes, etc.
Si sale bien, ganaste. Sigue con ello hasta que ya no te guste más.
Si sale mal, sigue con tu vida. Siéntete orgulloso de haberlo intentado.
Para reflexionarsss
En esta parte te dejo una pregunta para filosofar durante la semana:
¿Qué experimento podrías hacer con tu vida la próxima semana para probar eso que crees que podría ser bueno para ti?
Cuéntame cómo te va con esto.
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Acá van algunos enlaces en los que podrías querer cliquear:
Mi experiencia un año sin alcohol (
fue horrible).
Palabras al cierre
Esta fue la primera edición de este boletín sin nombre. Espero te haya gustado el nuevo formato: más corto, directo y cercano.
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Nos leemos pronto.
– Francis
Gracias por compartir Francisco.
Sería interesante saber que experimentos fallaron, en ese motivación por experimentar. Y como lograste sobrepasarlo (¿quizás con otros experimentos?)